Te quiero más que a mis ojos,
te quiero más que a mi vida,
más que al aire que respiro
y más que a la madre mía.
Que se me paren los pulsos si te dejo de querer,
que las campanas me doblen si te falto alguna vez.
Eres mi vida y mi muerte,
te lo juro, compañera;
no debía de quererte,
no debía de quererte
y sin embargo te quiero.